Toda relación conlleva trabajo y no admite el 2×1

En cualquier relación, la búsqueda de un equilibrio deseable para las dos partes, supone un ajuste continuo, a través de un diálogo abierto y frecuente, tan sincero como libre, en la medida que podamos.

Un equilibrio que busca satisfacer a dos, compensar a dos, ilusionar a dos, y que implica alcanzar acuerdos, negociar, ceder en ese vaivén de hoy tú, mañana yo.

Que todas las relaciones conllevan trabajo, que no se hacen solas, es una máxima universal aplicable a todos los ámbitos,  familiar, laboral, social y afectivo. Pero hay otra máxima aceptada socialmente que dice que las relaciones afectivas en el ámbito familiar y de pareja es cosa  de mujeres y en ésta quiero centrarme. Si nos fijamos bien, enseguida vemos que la relación entre las mujeres y los hombres  conlleva un trabajo desigual  para ellos y para ellas. Y esto porque, según el género, diferente nos han criado, educado y preparado para afrontarlas.

A ellos les dijeron, y así lo creyeron, que, estas relaciones y su cuidado, eran cosa de ellas. Y a nosotras nos enseñaron que las relaciones y la responsabilidad de su marcha, así como el nivel de contento del otro es campo exclusivamente nuestro. Conforme a este plan, a las mujeres nos toca trabajarlas, vigilarlas y hacerles el mantenimiento mientras que ellos se dedican a otras cosas y se benefician todas las ganancias de la relación.

Por ello, porque resulta injusto y desproporcionado ese “tu te encargas que yo me beneficio” “tú cultivas que yo recojo”, porque se echa a faltar la reciprocidad y con ella la mesura y el equilibrio es que creo conveniente, al menos y de manera más urgente, para las mujeres, revisar el trabajo de más y la recolección de menos con la que trajinamos en el mundo de la relación.

¿Trato o truco?

La desigualdad, desequilibra, una parte se hace rica mientras la otra se empobrece  

El que una de las partes no ponga y si se lleve,

es apropiación indebida, y

desabastece, poco a poco, la relación,

la erosiona y empobrece su suelo y, con ello, su crecimiento y su futuro.

Podemos decir, que una de las cosas que más nos cuesta ver a las mujeres es que la relación no sólo es trabajo por cuenta ajena, es algo también por cuenta propia. Que la relación es una inversión que debe hacer crecer mi particular saldo no sólo el saco de los gananciales. Dicho de otra manera, en la relación además de  poner, a las mujeres nos interesa aprender a recibir, además de  cansarnos nos conviene aprender que la relación puede ser un lugar donde descansar,  recibir apoyo, hidratarse y nutrirse.

Definitivamente, a las mujeres nos conviene empezar a dejar de “pasar el botijo al todo el mundo” para poder concentrarnos en nuestras cosas. Mientras voy de uno a otro calmando su sed, desatiendo mis tareas y devociones y al hacerlo impido mi desarrollo, no pego el estirón y me quedo acortada y con sensación de pequeña, a la vez que  mi autoestima también queda encogida. Si al menos pudiera decidirlo Yo, lo de pasar el botijo, digo, y si además de elegirlo, le diera, al menos, la importancia que tiene, no me iría tan de vacío, y me sentiría mejor, primero  por valorarla yo misma, y seguido porque para el prójimo también sería una aportación reconocible y digna de agradecimiento.

Así mismo es justo reconocer que además de pasar el botijo, mis capacidades dan para más, y desarrollarlas, es cosa mía, es cuestión de que de importancia a mi desarrollo personal, que le eche ganas, y después sólo nos faltará aplicarles la vieja fórmula de espacio + tiempo, sin dividirlo, ni por dos ni por tres.  Y..¡ voilá!  mi saldo crecerá justamente

La no reciprocidad acaba cabreando.

El que una de las partes no ponga y si se lleve,

deja a la otra cabreada,

aunque no lo sepa, o lo niegue,

se queda con resquemor, triste y mal dispuesta.

Pero a las mujeres enfadarnos con  nuestros seres queridos, se nos pone en un pico y solemos evitarlo a toda costa.

Aunque el evitarlo nos empadrona en el malestar, en la mirada triste y un tanto derrotada.

Por no discutir estamos dispuestas a mucho tragar pero esto trae un mal digerir, y acabamos con gases reprimidos y dolores por ahí, por la entraña. Es más fácil que busquemos la comprensión y el tienes razón en otra mujeres o en profesionales de la psicología, que autorizarnos para quedarnos a solas y preguntarnos con ganas ¿qué te pasa? ¿qué te está sobrando o faltando en esta relación con él? ¿Por qué no te das permiso para decírselo, para plantearle que no te salen las cuentas y que sabes algunas de las cosas que haría falta cambiar?

  • A las mujeres este ejercicio nos resulta dificilísimo precisamente por lo que nos enseñaron sobre cómo relacionarnos. Como nos dijeron que éramos las responsables de las relaciones y de su buena marcha, si reconozco que no van tan bien lo primero que recojo es mi propio fracaso. Y eso no gusta. Y no sólo no gusta sino que nos hace sentir culpables no es que la relación va mal es que algo estamos haciendo nosotras mal.
  • Como nos dijeron que el combustible de la satisfacción ilusionante,  era un suministro solo nuestro del que contamos con reservas inagotables, cómo atreverte a pensar que las reservas se van acabando, cómo decirle al otro que aporte básicos como presencia, interés, ganas y tarea. ¿Cómo aceptar que solas no podemos todo, en una relación, que tan sólo somos el 50% de ésta?
  • Nos  creímos que nosotras podíamos poner lo que no pone el otro, y así creímos y creemos también que hemos elegido libremente dedicarnos full time a la relación, y nos convencidas de que trabajamos por cuenta propia, porque cuidar las relaciones es lo nuestro, pero en realidad lo hacemos para otra cuenta ajena. Y lo del otro, si no lo pone éste, queda sin poner, y si eso pasa, aunque nosotras no queramos tenemos un conflicto servido
  • Las mujeres, cuando la pareja nos tiene descontentas, cuando no disgustadas y cargadas de desamor, antes que entrar en el conflicto y en su abordaje directo, nos resulta más fácil hacer cualquier otra cosa y  dar amplios y variados rodeos. Por ejemplo y, en primer lugar, solemos cuestionar nuestra percepción ¿estaré equivocada? ¿me estaré pasando? Seguro que exagero. El segundo movimiento, si el malestar persiste y las dudas también, es la de  pedir consejo, opinión y parecer al prójimo, si con ello no obtenemos respuestas adecuadas o respuestas que podamos asumir, si no vemos nuestras quejas legitimadas, acudimos al o a la profesional de la psicología. De la consulta a profesionales se espera sentirse comprendidas y respaldadas, es decir de alguna manera, legitimadas en las quejas y disconformidades, con la pareja en el caso que nos ocupa,  que  están en la base de nuestro malestar y/o resentimiento con ella. Incluso estaríamos bien dispuestas a tomar una medicación que aplaque y aquiete estos sentimientos y que de manera rápida nos quitara el malestar. Este es un circuito bastante habitual en el afrontamiento de nuestro malestar en las relaciones.
  • Pero hay otro más recomendable que arranca con la autoescucha, el hacernos caso, y dar importancia a lo que sentimos y a lo que el análisis de situación nos está diciendo. Es más recomendable darse permiso y juntar el valor suficiente para gestionarlo. Frente al malestar silencioso, ignorante y hasta rencoroso, nos conviene plantear unas cuantas conversaciones tensas y discutidoras con nuestra pareja.  Discusiones a partir de las cuales, poder diseñar y cocinar juntos,  un menú rico y variado, una relación de nutrientes para ambos.
  • Otro punto que conviene clarificar, porque su confusión nos deja mal posicionadas, es que también participamos de la falsa creencia  de que  los hombres no necesitan las relaciones tanto como nosotras, que no necesitan tanta compañía, afecto, apoyo, interés, erotismo, complicidad, ternura y que por ello las mujeres tenemos que currárnoslas más. Lo cual es falso, o tan sólo una creencia, la realidad nos muestra  que hay muchas más mujeres viviendo sin pareja que hombres. Simplemente a  ellos les han dicho que lo nieguen, que lo disimulen, incluso que se mientan, que ellos no lloran, que ellos no añoran, que ellos con trabajar tienen bastante; mentiras compartidas que nos colocan en escenarios falsos y desequilibrantes a ellos y a nosotras. Si bien, es de Dios reconocer que ellos se llevan la mejor parte y de momento van ganando el partido. Por ello el cambio, como siempre se va a iniciar y va devenir de quienes pierden de quienes pasan necesidad, las sujeto mujer.

 

Es bueno recordar que:

–            Las relaciones están vivas,  tienen vida propia, y como todo ser vivo tienen sus ciclos y requiere actualizaciones

–            Las relaciones son creación, y recreación a la vez que repetición y reproducción, desencuentros y reconciliación, daños y reparación

–            Las relaciones son, además,  espejos en los que mirarnos; los hay que nos devuelven imágenes verdaderas y nos ayudan a reconocernos, pero ¡ojo! que también los hay trucados porque el otro me confunde consigo y no me diferencia, y entonces nos devuelven confusión y falsedad, lo cual no contribuye precisamente a nuestro mejor reconocimiento.

–            La pareja como su nombre indica es par, es cosa de dos. Es cosa de que dos se sientan importantes, compensados, acompañados, queridos y apoyados

–            La relación es tarea, lleva tiempo, interés, dedicación y energía. Y es trabajo de dos para dos

–            Y   la relación es sobre todo una inversión,  lleva su contabilidad consciente o inconsciente, que es la que nos dice si nos salen o no las cuentas, si ganamos o perdemos.

–            Las mujeres, cuando empiezan a no salirle s las cuentas, se preguntan, ¿Qué más puedo poner? O ¿por qué no te conformas? ¿no estarás pidiendo demasiado? Los hombres conjugan más fácil otras preguntas el qué me falta  o el qué mas quiero de esta relación

–            Hay para cambiar y mejorar para ambas partes pero dicen que sólo se está dispuesto a cambiar cuando vemos lo que nos cuesta el no hacerlo, tal vez sea por eso que  a las mujeres se nos vea más motivadas para arrancar con los cambios. A los hombres tal vez tomar conciencia de la falta de equidad y del abuso sea revulsivo suficiente para poneros en marcha en dirección a la relación justa.

      Ojalá!

Itziar Cantera

Resumen del Artículo «Violencia a golpe de Click. Las nuevas formas se hacen protagonistas»

AUTORA: Ianire Estébanez es Psicóloga, especialista en violencia de género y juventud, ciberactivista y bloguera de www.minoviomecontrola.com

Si ha habido una revolución en los últimos años que haya modificado las formas de comportarnos y relacionarnos socialmente, ésta se llama redes sociales. Las nuevas tecnologías, presentes en nuestro día a día, se hacen protagonistas de nuestras vidas a través de un smartphone y una conectividad inmediata, en cualquier espacio y momento. Y las relaciones sociales no son inmunes al cambio.

Y con  ello, la violencia de género en los últimos años ha encontrado en las redes un espacio en el que reproducirse con grandes magnitudes. Las aplicaciones de conversación instantánea (tipo whatsapp), dan información al minuto del estado de conexión de la pareja o expareja:última vez conectada a las, en línea, leído tu mensaje, -no contestado-. Así, los conflictos, las interpretaciones sobre qué estará haciendo la otra persona multiplican los problemas que los celos y chantajes de una relación construida de una forma insana, pueden llevar a magnificar al extremo. Las redes sociales (como Facebook, Twitter o Instagram) permiten mostrar los listados de contactos y la expresión a través de estados y fotos, y pueden convertirse en comportamientos que no se respetan, se trata de coartar o se castigan. “¿Qué amigos tienes en las redes sociales?”, “¿por qué subes esa foto?”, “¿por qué haces ese comentario?”, o “no quiero que sigas hablando con él”, estos mensajes, a veces, marcan el inicio de una relación de control en la que se limita el espacio propio de la pareja. Las redes de flirteo, que permiten encontrar “matchs” o personas con las que ligar, pueden aumentar así mismo la inseguridad del compromiso.

Sin embargo, los conflictos y problemas que se derivan de ello, no han nacido con las nuevas tecnologías.

  • Porque quien aprieta el click del dominio, son los celos.
  • La información de amistades, horas de conexión y relaciones sociales de la pareja son visibles a través de las redes, pero el click que limita su libertad lo ocasiona la posesividad.
  • Y el click que moviliza el insulto y la humillación, es el sexismo y la cosificación de las mujeres.

Pero las redes sociales están permitiendo visibilizar otras formas de violencia que sufren las mujeres en público. Se ha hecho referencia a estas formas de violencia virtual con los términos:

  • Cyberbullying (acoso entre iguales)
  • stalking(vigilancia de perfiles y contenidos)
  • sexting, (el envío de contenidos eróticos o sexuales como fotos o vídeos) y
  • la sextorsión o porno vengativo (chantaje y publicación no permitida de contenidos eróticos)

La humillación en las redes, realizada por compartir contenidos eróticos sin su permiso, o el chantaje sobre hacerlos públicos, son también formas de violencia virtual que están adquiriendo frecuencia entre la juventud, y que confirman la pervivencia de una doble moral y una sexualidad tradicional que culpabiliza a las mujeres.

Sin embargo, estas formas de violencia, que integran lo online y lo offline,  no tienen sólo una relevancia “virtual” sino consecuencias reales como tal.

Las redes sociales están permitiendo visibilizar otras formas de violencia que sufren las mujeres en público. Y si algo podemos hacer, en un espacio tan público como son las redes sociales e internet, es visibilizar y denunciar estos comportamientos.

Artículo publicado completo en el Boletín del Observatorio Vasco de la Violencia de Género en Bizkaia. http://www.bizkaia.eus/Gizartekintza/Genero_Indarkeria/blt37/ca_temas.html

La campaña del 8 de marzo de Emakunde alerta sobre los peligros de dar pasos atrás en igualdad

La campaña del 8 de Marzo, Día Internacional de las Mujeres, diseñada por Emakunde incide este año en remarcar los avances de la sociedad en igualdad en las últimas décadas y al mismo tiempo, en alertar sobre los peligros de dar pasos hacia atrás. La campaña recuerda que se celebran 20 años de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, un hito en la promoción los derechos de las mujeres, fruto de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer celebrada en 1995, y se cumplen asimismo 10 años de la Ley para la igualdad aprobada en 2005 por el Parlamento Vasco, que ha supuesto uno de los hitos más importantes en la historia de las políticas de igualdad en nuestra Comunidad. Convertir el derecho a la igualdad en una realidad es uno de los mensajes que traslada la campaña, que advierte de la necesidad de evitar dar pasos atrás.

CARTEL EMAKUNDE 2015-CAST

 

Desde el Módulo Psicosocial de Deusto- San Ignacio y el Servicio de Mujer, nos unimos a esta campaña con la ilusión y ganas de no dar pasos atrás en igualdad. Ánimo mujeres, y compañeras.

Ianire.

Los hombres ante el feminismo

Los hombres hemos llegado tarde a la lucha por la igualdad, hemos dejado en manos de las mujeres una reivindicación que es de todas/os y hemos venido constituyendo una rémora para el movimiento feminista. La deconstrucción de las estructuras patriarcales, solo puede contemplarse desde la toma de conciencia del conjunto de la sociedad, y desde el compromiso de los hombres en la renuncia a sus privilegios.

Las jornadas de 20 y 21 de Noviembre sobre la posición de los hombres ante el feminismo (*) han tratado de reconducir los movimientos de hombres por la igualdad hacia posiciones de convergencia con los feminismos, esclareciendo terminologías (los hombres también podemos ser feministas), y denunciando los comportamientos erróneos que los hombres hemos mostrado, en éste ámbito. Para empezar, los hombres no podemos pretender liderar el movimiento por la igualdad, sería contradictorio con las actitudes que pretendemos deconstruir, y constituiría un paternalismo inasumible para movimientos que dentro del feminismo, llevan años de lucha, incomprensión y de acusaciones de radicalismo desde sectores del machismo recalcitrante.

 El papel de los hombres, debe buscarse entre los propios hombres, en dos direcciones:

-Por una parte mediante el trabajo con nosotros mismos, una concienciación interna, reflexionando lo que de bueno tiene para el conjunto de la sociedad el movimiento por la igualdad, y mostrando actitudes no machistas en nuestra vida privada. Implicarnos en la corresponsabilidad, repartir el tiempo libre con nuestra pareja, repartir los cuidados hacia nuestros mayores, hijos o dependientes, intentar no imponer nuestros criterios, y mostrar actitudes de respeto, cariño, y cercanía hacia las personas con las que convivimos, sería un buen comienzo. En definitiva, desterrar en la medida de lo posible los micromachismos que empapan nuestra vida.

-Por otra parte, se echa en falta una denuncia pública hacia las actitudes machistas de nuestro entorno. Censurar a quien maltrata o alardea públicamente de su actitud autoritaria, recriminar los chistes y manifestaciones machistas, y fomentar conversaciones  constructivas en torno a la igualdad, los sentimientos o la familia, puede constituir una alternativa al futbol, política, trabajo y ocio que prolifera como temas estrella entre nosotros.

También resulta necesaria y adecuada nuestra presencia en las manifestaciones públicas por la igualdad, o contra la violencia machista, pero no en cabeza, ni tan siquiera en grupo, porque se ha comprobado que también en esto fomentamos el liderazgo de los hombres, sino de forma dispersa, acompañando en su caso a nuestras parejas, y dejando constancia de nuestra solidaridad, pero sin protagonismo.

Debemos fomentar y apoyar, políticas públicas que aseguren la presencia de las mujeres en los procesos de dirección de las empresas,  política, y sociedad en su conjunto, para lo cual los hombres, hemos de asumir una mayor implicación, en labores del hogar, cuidados, crianza y roles de los que con frecuencia nos autoexcluimos, porque sólo asumiendo nosotros mayor espacio en lo privado, las mujeres podrán acceder al público.

Creer que ya somos iguales, (como se aduce en algunos ámbitos) porque se hayan derogado las leyes que expresamente discriminaban, constituye un desatino, porque como expresaba Alexander Ceciliasson (*) en un reciente artículo de prensa, “tener derechos no significa nada, si esos derechos no se convierten en posibilidades”, por lo que los hombres, hemos de  “retroceder y callarnos”, pero no en forma pasiva, sino actuando y convergiendo en una agenda común con el movimiento feminista, para que la igualdad avance, y entendiendo que el empoderamiento de un colectivo discriminado, sólo es posible desde el compromiso por el cambio de los valores patriarcales.

Rafa Perez

Modulo Psicosocial de Deusto

Miembro del colectivo Piper Txuriak

 

(*).-“I Encuentro Norte-sur de Masculinidades y desarrollo Humano” que ha tenido lugar en el Iltre. Colegio de Abogados del Señorío de Bizkaia, en los días 21 y 21 de Noviembre de 2.014, organizado por el Módulo Psicosocial de Deusto y diversos colectivos. www.modulodeustosanignacio.org

No se puede maltratar a las mujeres. El vídeo viral

Este mes de enero se ha convertido en viral un vídeo donde a una serie de niños se les pregunta sobre una chica, y, cuando el interlocutor les dice que le de una bofetada, todos reaccionan con rechazo.

No, no se pega a una chica, responden los niños. Y se nos llena la cara de emoción de escucharles.

¿Pero por qué dicen no? Entre los motivos que esgrimen, es decir, los que la sociedad les enseña, encontramos razones como que no se puede pegar a las mujeres, no se pega a las chicas ni con un ramo de flores, o no, porque es bonita. Argumentos que de alguna forma muestran cómo seguimos reproduciendo socialmente y educacionalmente la idea de la fragilidad de las mujeres (incluso aunque veamos que alguno de los niños es más pequeño en tamaño que ella), de que han de merecer un trato especial por ser mujeres porque son delicadas, o por ser guapas, como si no merecieran ese trato en caso de no serlo.

«En el mundo de los niños, no se golpea a las mujeres», termina diciendo el vídeo. Y ojalá realmente algún día vivamos en ese mundo, en un mundo en el que no existan desigualdades de poder ni nadie pegue ni golpee para ejercer poder o daño, porque efectivamente, no se debe pegar porque causa un daño real. No se debe pegar a las niñas, pero no por que sean más débiles, o dulces, o haya que arroparlas con rosas, sino porque son personas, como el resto, con los mismos derechos. Ojalá algún día también sepamos transmitir a las siguientes generaciones que no se pega a nadie, ni a las niñas ni a los niños, porque la violencia ejerce daño, porque nadie la merece, porque nos hace relacionarnos en una forma de competición y porque, como alguno de los niños del vídeo ya piensa, estamos en contra de la violencia, sin más, sin justificaciones. 

 

El Módulo participa en la Declaración en el Ayuntamiento de Bilbao contra la violencia sexista

Este 25 de noviembre, se invitó al Módulo desde el Ayuntamiento de Bilbao para participar en la Declaración que con motivo del 25 de noviembre, Día Internacional contra la violencia hacia las mujeres, se hacía en el Consistorio Municipal.

 

 

Modulo-sanignacio-Rafa-Perez-25N-Declaracion_institucional

 

 

Rafa Pérez, abogado del Módulo, fue nuestro portavoz en este día en que sigue siendo tan necesario expresar públicamente el rechazo más profundo a todo tipo de violencia sexista.

 

 

Modulo-Deusto-SanIgnacio-Rafa-Perez-Declaracion-Institucional_Ayto_Bilbao

Los Módulos Psicosociales de Bilbao recibirán el Premio Emakunde a la Igualdad 2012

Hoy tenemos la suerte de poder compartir esta nota de prensa de Emakunde que anuncia el Premio Emakunde a la Igualdad 2012:

 
BILBOKO ASISTENTZIA PSIKOSOZIALERAKO MODULUENTZAKO BERDINTASUNERAKO EMAKUNDE SARIA
 2012ko Berdintasunerako Emakunde Saria Bilboko Asistentzia Psikosozialerako Moduluentzako (Rekaldeberri, Deustu-San Ignacio eta Iralakoentzako) izan da.  70-80 hamarkadetan sortu ziren modulu hauek garai hartako zerbitzu publikoen eskasiaren aurrean, izan ere, orduan ez baitzegoen emakumeak artatzeko zentrorik, ezta familia planifikaziorako edo indarkeriaren biktima izandako emakumeentzako zentrorik. Epaimahaiak baloratu du, beste ezaugarri batzuen artean, modulu hauek izan duten ezaugarri aitzindaria eta denboran zehar irauteko izan duten gaitasuna, nahiz eta egoera zailetan lan egin behar izan duten.  Prentsa oharrean informazio guztia.
LOS MÓDULOS DE ASISTENCIA PSICOSOCIAL DE BILBAO RECIBIRÁN EL PREMIO EMAKUNDE A LA IGUALDAD
 El Premio Emakunde a la Igualdad ha recaído en su última edición en  los Módulos de asistencia psicosocial de Bilbao (de Rekaldeberri, Deusto-San Ignacio e Irala-Auzolan). Los módulos nacieron en los años 70-80, cuando no existían ni centros de atención a las mujeres, ni de planificación familiar, ni de protección a mujeres víctimas. El jurado ha valorado, entre otros aspectos, su carácter pionero y su mantenimiento en el tiempo incluso en momentos difíciles como el actual por su gran capacidad de adaptación a los cambios sociales y de sensibilidad a la demanda.
 Gracias! Mila esker!