Los hombres hemos llegado tarde a la lucha por la igualdad, hemos dejado en manos de las mujeres una reivindicación que es de todas/os y hemos venido constituyendo una rémora para el movimiento feminista. La deconstrucción de las estructuras patriarcales, solo puede contemplarse desde la toma de conciencia del conjunto de la sociedad, y desde el compromiso de los hombres en la renuncia a sus privilegios.
Las jornadas de 20 y 21 de Noviembre sobre la posición de los hombres ante el feminismo (*) han tratado de reconducir los movimientos de hombres por la igualdad hacia posiciones de convergencia con los feminismos, esclareciendo terminologías (los hombres también podemos ser feministas), y denunciando los comportamientos erróneos que los hombres hemos mostrado, en éste ámbito. Para empezar, los hombres no podemos pretender liderar el movimiento por la igualdad, sería contradictorio con las actitudes que pretendemos deconstruir, y constituiría un paternalismo inasumible para movimientos que dentro del feminismo, llevan años de lucha, incomprensión y de acusaciones de radicalismo desde sectores del machismo recalcitrante.
El papel de los hombres, debe buscarse entre los propios hombres, en dos direcciones:
-Por una parte mediante el trabajo con nosotros mismos, una concienciación interna, reflexionando lo que de bueno tiene para el conjunto de la sociedad el movimiento por la igualdad, y mostrando actitudes no machistas en nuestra vida privada. Implicarnos en la corresponsabilidad, repartir el tiempo libre con nuestra pareja, repartir los cuidados hacia nuestros mayores, hijos o dependientes, intentar no imponer nuestros criterios, y mostrar actitudes de respeto, cariño, y cercanía hacia las personas con las que convivimos, sería un buen comienzo. En definitiva, desterrar en la medida de lo posible los micromachismos que empapan nuestra vida.
-Por otra parte, se echa en falta una denuncia pública hacia las actitudes machistas de nuestro entorno. Censurar a quien maltrata o alardea públicamente de su actitud autoritaria, recriminar los chistes y manifestaciones machistas, y fomentar conversaciones constructivas en torno a la igualdad, los sentimientos o la familia, puede constituir una alternativa al futbol, política, trabajo y ocio que prolifera como temas estrella entre nosotros.
También resulta necesaria y adecuada nuestra presencia en las manifestaciones públicas por la igualdad, o contra la violencia machista, pero no en cabeza, ni tan siquiera en grupo, porque se ha comprobado que también en esto fomentamos el liderazgo de los hombres, sino de forma dispersa, acompañando en su caso a nuestras parejas, y dejando constancia de nuestra solidaridad, pero sin protagonismo.
Debemos fomentar y apoyar, políticas públicas que aseguren la presencia de las mujeres en los procesos de dirección de las empresas, política, y sociedad en su conjunto, para lo cual los hombres, hemos de asumir una mayor implicación, en labores del hogar, cuidados, crianza y roles de los que con frecuencia nos autoexcluimos, porque sólo asumiendo nosotros mayor espacio en lo privado, las mujeres podrán acceder al público.
Creer que ya somos iguales, (como se aduce en algunos ámbitos) porque se hayan derogado las leyes que expresamente discriminaban, constituye un desatino, porque como expresaba Alexander Ceciliasson (*) en un reciente artículo de prensa, “tener derechos no significa nada, si esos derechos no se convierten en posibilidades”, por lo que los hombres, hemos de “retroceder y callarnos”, pero no en forma pasiva, sino actuando y convergiendo en una agenda común con el movimiento feminista, para que la igualdad avance, y entendiendo que el empoderamiento de un colectivo discriminado, sólo es posible desde el compromiso por el cambio de los valores patriarcales.
Rafa Perez
Modulo Psicosocial de Deusto
Miembro del colectivo Piper Txuriak
(*).-“I Encuentro Norte-sur de Masculinidades y desarrollo Humano” que ha tenido lugar en el Iltre. Colegio de Abogados del Señorío de Bizkaia, en los días 21 y 21 de Noviembre de 2.014, organizado por el Módulo Psicosocial de Deusto y diversos colectivos. www.modulodeustosanignacio.org